Tecnología wearable, ¿qué es y por qué debería importarle?

Desde deportes de alto rendimiento hasta la industria de la moda, la tecnología wearable está por todas partes, cambiando la forma en que hacemos procesos y volviendo las industrias más eficientes. Pero, ¿qué es en realidad? ¿Qué mercado genera y cuál es su futuro? De eso hablaremos a continuación…
Íntimamente ligada con el Internet de las Cosas (IoT), la tecnología wearable es un mercado gigantesco. Para colocarlo en cifras más precisas, se estima que conformó un mercado global de 138.000 millones de dólares para 2022 y se espera que alcance los 491.740 millones de dólares para 2032.
Las razones para este crecimiento son tan variadas como su campo de aplicación, porque la tecnología wearable, tal como lo indica su nombre, es la tecnología que llevamos puesta, acompañándonos en distintos entornos y volviendo más inteligentes a prendas y accesorios que llevamos encima.
¿Qué es un sistema wearable?
¿Se imagina que su chaqueta hiciera algo más que abrigarlo, que su reloj pudiera hacer algo más que entregar la hora? Los wearables tienen que ver con eso, es una tecnología que muchas veces pasa desapercibida pero está cambiando al mundo y generando información segundo a segundo.
En el caso de su reloj, puede ofrecer información sobre su ritmo cardíaco o la calidad de su sueño, o la chaqueta podría conectarse con su teléfono y realizar llamadas de emergencia en caso de accidentes. Las posibilidades son ilimitadas y tienen por objetivo facilitar la vida de los usuarios.
Definición y concepto
Según el diccionario de Cambridge, la tecnología wearable consiste en "objetos que pueden llevarse puestos, como ropa o gafas, y que contienen tecnología informática o pueden conectarse a Internet, como los rastreadores de fitness que pueden ayudarle a moverse y dormir mejor, o la 'ropa inteligente' que puede utilizarse para controlar el ritmo cardíaco".
Sin embargo, esta visión puede quedarse pequeña. Desde el punto de vista tecnológico, la tecnología wearable, o wearables como se les conoce, es toda una categoría de dispositivos electrónicos que pueden llevarse puestos o incluso tatuarse y que agregan una capa tecnológica a equipos que anteriormente carecían de ella.
Funcionamiento básico
Cuando hablamos de wearables, nos referimos a dispositivos empoderados por tecnologías avanzadas como sensores, procesadores, realidad aumentada y conectividad inalámbrica, entre otras opciones. Incluso algunos de los equipos exhiben sofisticados usos de la Inteligencia Artificial para mejorar su rendimiento y uso de la energía.
En esencia, los wearables son equipos que recogen datos de diferentes sensores. Estos dispositivos se administran mediante procesadores y muestran o envían los datos recogidos a otros dispositivos, como smartphones o incluso a la nube, para ser procesados e incluso enviados a otro destinatario, como por ejemplo un médico.
Decimos que los wearables están ligados con el Internet de las Cosas porque recordemos que el IoT es definido como la red de dispositivos físicos conectados entre sí y a Internet, y que pueden recolectar y compartir datos automáticamente. O dicho de otra forma, los wearables son una categoría dentro del universo IoT, pero por su magnitud son generalmente tratados de forma independiente.
Beneficios potenciales
Los wearables, por su cercanía con la corporeidad de los usuarios, hacen posible integrar de la máxima forma posible la tecnología con la vida cotidiana de las personas, de forma que los acompañe en labores rutinarias, de entretenimiento e incluso de productividad dentro de sus organizaciones.
En este orden de ideas, algunos de los beneficios más destacados de los wearables son:
Aumento de la productividad: Las tecnologías vestibles permiten monitorear de forma continua el desempeño y la salud de los empleados, ayudando a incrementar su eficiencia en múltiples ambientes que van desde oficinas hasta grandes cadenas de suministros
Mayor agilidad: Los wearables son los dispositivos perfectos para que cada usuario gestione su desempeño, incluso en alianza con tecnologías como la realidad aumentada, sirven para capacitar y resolver cualquier duda que surja.
Monitoreo en tiempo real: Los wearables permiten conocer lo que está pasando en el momento en que suceden, para tomar las mejores decisiones y preservar el bienestar de los usuarios.
Asistencia sanitaria proactiva: Con los wearables es posible anticiparse a los problemas de salud, incluso antes de que se presenten las crisis, detectando anomalías que incluso pueden pasar desapercibidas por los pacientes.
¿Cómo funciona la tecnología wearable?
Como parte del Internet de las cosas, los wearables suelen ser, en esencia, dispositivos inteligentes, sensores y procesadores adheridos a prendas de vestir o accesorios que transmiten datos. Sin embargo, al contrario de algunos dispositivos del IoT, los Wearables suelen transmitir esa información a otros equipos cercanos.
De esta forma, la información es procesada y enviada a través de Internet a otros actores, ya sean personal administrativo de una empresa, doctores, entrenadores deportivos, directivos de fuerzas de seguridad, etc.
Sensores y recolección de datos
Según sus objetivos, existen varios tipos de sensores que pueden ser adheridos a los wearables. Por ejemplo, en medio de la pandemia, los relojes inteligentes dotados de oxímetros, al ser capaces de detectar el nivel de saturación de oxígeno en la sangre, se masificaron.
De igual forma, sucede con los pulsómetros, equipos capaces de detectar la frecuencia cardíaca y que han sido usados desde hace décadas por los deportistas de alto rendimiento pero que fueron popularizándose con el paso de los años.
Otro sensor bastante popular son los localizadores (GPS o sistemas de posicionamiento global) que permiten a sus usuarios conocer su posición con exactitud e incluso transmitirla a otros. Una variable crítica en casos de accidentes y desastres.
Otros sensores bastante populares son los:
- Acelerómetro: Capaz de medir la fuerza y dirección de la aceleración, así como la gravedad y orientación del dispositivo.
- Giroscopio: Junto con el acelerómetro, permite al dispositivo saber qué tipo de movimiento estás realizando.
- Termómetro: una de las formas más efectivas de medir la temperatura corporal a través de la piel de los usuarios.
Procesamiento de información
No todos los wearables son iguales. Los hay de distintas categorías, precios, eficiencia energética, etc. Por ello, la forma en que manejan el procesamiento de los datos tampoco es la misma. Los hay dotados de pequeñas pantallas capaces de analizar y exponer los datos recopilados. Piense, por ejemplo, en un reloj inteligente.
Por otra parte, también existen algunos que dejan el procesamiento a otros equipos. Por ejemplo, algunos anillos inteligentes envían los datos a un teléfono inteligente para que se encargue del procesamiento o para que envíe la información a la nube para ser tratada aún con más detalle.
Interacción con el usuario
La gran revolución de los wearables no solamente viene dada por las capacidades tecnológicas, sino también por su comodidad y facilidad de uso. No se trata tampoco solamente de datos, sino de lo que se puede hacer con ellos.
Nunca antes los pacientes y los deportistas aficionados, por mencionar dos ejemplos, habían tenido tanta información en sus manos. Los wearables incluso permiten exportar esos datos para socializar, como pasa con algunas aplicaciones deportivas donde los deportistas suelen compartir rutas, tiempos y consejos alrededor de ciertas rutas, ejercicios, etc.
Las interacciones con los equipos dependen de su tamaño y formato. Por ejemplo, los pulsómetros atados al pecho no exhiben ningún dato directamente, pero unidos a un smartphone despliegan no sólo los datos actuales, sino también comparaciones históricas.
Evolución, origen, historia
Aunque tendemos a relacionar los wearables con la tecnología moderna, como cámaras y sensores que envían datos en tiempo real, dispositivos de audio, etc., en el sentido más amplio de la palabra y si entendemos a los wearables como tecnología que se viste, sus primeros orígenes podrían remontarse a la invención de los anteojos en 1286 por parte del monje franciscano Alessandro Della Spina.
Incluso, si somos un poco más sofisticados, nos podemos referir a los relojes de bolsillo como uno de los primeros wearables que se remontan a 1520, gracias al inventor alemán Peter Henlein. Sin embargo, para ser más concretos y acercarnos más al concepto moderno de los wearables, nos remontaremos al siglo XX.
Origen y desarrollo inicial
Partiendo del siglo XX, más exactamente en 1955, el fabricante japonés Sony lanzaría un producto que serviría como base para toda una generación de dispositivos portátiles: la radio de transistores TR-55. Se trataba de un equipo portátil que funcionaría alimentado por 4 baterías AA.
Posteriormente, los inventores estadounidenses Edward Thorp y Claude Shannon crearían algo más parecido a los dispositivos modernos: un computador tan pequeño que cabía en un zapato y que estaba diseñado para hacer trampas en partidas de ruletas. Lo crearían en 1961, 15 años antes de la fundación de Apple.
Sin embargo, el origen de la masificación de los wearables comenzaría en otra década, en los setentas, de la mano de un viejo conocido: los relojes de pulsera y con los fitness trackers.
Una muestra de esto último fue el Manpo-kei, un podómetro japonés lanzado por la empresa Yamasa Clock como parte de una campaña para los Juegos Olímpicos de Tokio. Por cierto, el mito de caminar los 10.000 pasos diarios como una forma de mejorar la salud viene de allí, pues "Manpi Kei" significa "medidor de 10.000 pasos".
Hitos importantes en la historia
Para 1970, la marca de relojes estadounidense Hamilton lanzaría al mercado el célebre Pulsar P1, el primer reloj electrónico con lector digital cuyo nombre haría honor a las estrellas de neutrones pulsantes. Con un costo de 2.100 dólares, este reloj vendría con una pulsera de oro.
Hacia finales de la misma década, en 1979, Sony lanzaría uno de sus productos más famosos de la historia: el walkman, un equipo etiquetado con el código TPS-L2. El precursor de los iPods y reproductores MP3 sería tan popular que se venderían más de 400 millones de unidades de este tipo de dispositivos.
Para 1987, Nicolet Corporation lanzaría al mercado el primer audífono digital comercial del mundo, el Phoenix, que aunque no tuvo éxito comercial fue el responsable de abrir toda una nueva línea de productos. 12 años después, se lanzaría el famoso BlackBerry 850, el primer dispositivo móvil de este fabricante canadiense que podía enviar y recibir correos electrónicos, dotado de teclado QWERTY, acceso a internet inalámbrico (WAP), calendario y gestor de tareas.
Para el año 2000, llegaría el primer dispositivo Bluetooth de consumo, el Ericsson T36, siendo el primer teléfono móvil con soporte para Bluetooth, ofreciendo una nueva alternativa de conectividad del teléfono para con otros dispositivos.
En 2014, otro producto llegaría al mercado intentando masificar otra tecnología, serían las gafas de realidad aumentada de Google, también conocidas como Google Glass, que basadas en Android podían reconocer comandos de voz y desplegar información en sus minúsculas pantallas.
Para 2016, sería lanzado Oculus, comprado posteriormente por Meta, ofreciendo unos lentes de realidad virtual capaces de desplegar videojuegos, siendo uno de los instrumentos de esta red social para lanzar su Metaverso. Por su parte, en 2024 llegaron los Apple Vision Pro, los primeros lentes de realidad mixta de Apple, abriendo la puerta a un nicho que este fabricante denomina computación espacial.
Tendencias actuales y futuras
Con nuevas redes móviles como el 5G y tecnologías disruptivas como la Inteligencia Artificial Generativa (GenAI), los wearables también están evolucionando incorporando nuevos protocolos, métodos de fabricación y modos de uso.
Para 2024, algunas de las tendencias más destacadas de la tecnología wearable son:
- Pagos sin contacto: Impulsados por la pandemia, los pagos sin contacto permiten integrar los sectores financieros, el comercio en general y los usuarios en una forma más segura de hacer transacciones, reemplazando el efectivo y agilizando los sistemas de pago.
- Inteligencia Artificial: La IA, especialmente la generativa, está cambiando la forma en que los usuarios interactúan con sus equipos en lenguaje natural y de forma más transparente, y esta tendencia seguirá creciendo, mejorando su experiencia de uso y extendiéndose a cada vez más dispositivos.
- Seguridad en los datos: El valor creciente de la información y los datos personales se ha convertido en una prioridad para las empresas, no solo por temas regulatorios que obligan a proteger a los usuarios, sino también por el inmenso potencial que trae la información. De esta forma, soluciones de seguridad más robustas protegerán a los equipos.
Aparte de las tecnologías, también existe una nueva generación de dispositivos que se están popularizando cada vez más, como los anillos inteligentes y la ropa inteligente. Los primeros tienen representantes como el Oura Ring, un anillo que se hizo famoso al ser usado por celebridades y millonarios y que permite hacer un seguimiento del sueño, actividad física, frecuencia cardíaca y nivel de oxígeno en la sangre de sus usuarios.